lunes, 23 de septiembre de 2013

L.R.


El término «resurrección» [del sustantivo latino resurrectĭo-ōnis; derivado del verbo resurgo (resurrexiresurrectum -3ª declinación): levantarse, alzarse, resurgir, renacer] hace referencia a la acción de resucitar, de dar nuevo ser o nueva vida. Sea considerada un mito, una idea o un hecho, la «resurrección» constituye un símbolo de la trascendencia,1 que se relaciona en parte con la creencia, ya presente en pueblos de la antigüedad, en la posibilidad de una «vida después de la muerte».
Pero la concepción bíblica del término «resurrección»,2 que experimentó una evolución lenta a través de la Biblia hebrea, de los libros griegos del Antiguo Testamento, y del Nuevo Testamento, y que continúa presente en elJudaísmo, en el Cristianismo, y en el Islam, no tiene punto de comparación con el ideario antiguo de inmortalidad típico, por ejemplo, de la concepción griega. Entendida en las Sagradas Escrituras primero como rescate del šeol, en algunos casos como retorno a la vida anterior, y luego como continuidad en la vida eterna de toda la persona humana, el vocablo «resurrección» termina por asumir con el cristianismo su acepción por antonomasia: la resurrección de Jesucristo, resultante de la experiencia de la Pascua, de la cual sigue por extensión la resurrección de los hombres. Este punto, debatido desde las primeras comunidades seguidoras de Jesús de Nazaret hasta nuestros días, es -sin dudas- el centro y piedra angular de la fe cristiana, tal como lo expresó taxativamente Pablo de Tarso a la comunidad griega de Corinto, renuente a creer en la resurrección de los muertos: «Si Cristo no resucitó, vacía es nuestra predicación, vacía es también nuestra fe» (I Corintios 15:14).

lunes, 3 de junio de 2013

¿Qué significa que Cristo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas?


 

Esto se refiere al ministerio y función salvadoras de Cristo, no a su persona y ser. Esto no quiere decir que Cristo debe volverse inferior a Dios ni menor que Dios. Tal inferioridad es imposible, porque tanto los términos «el Hijo» como «el Padre» se refieren al único Dios en diversas manifestaciones reveladoras. Sencillamente quiere decir que cuando Cristo haya completado su misión, la de recuperar el reino perdido, ya no será conocido como Jesucristo. Cuando ya el mundo entero esté redimido y no haya nada en el cielo ni en la tierra fuera del amor y el poder de Dios. Cuando ya no haya más nada que salvar porque todo esté salvado, ya no será conocido más como el salvador, tendrá un nuevo nombre para nosotros y estará en su posesión plena de gloria. Será Dios en todos y para todos.

Ahora Dios no es el todo en todos. Hay un espacio, la tierra, donde en muchos no se hace su voluntad. Hay un mundo rebelde.

 

En este período de la historia el nombre de nuestro Dios es Jesús; pero después que se complete el número de los salvados y todo le esté sujeto; entonces ya no necesitará más ese nombre que significa el Señor es salvación; es el nombre redentor. Su trabajo como el salvador del mundo y vengador del mal, quedará eternamente consumado. Entonces tomará un nombre nuevo también. En Apocalipsis 3,12, dice: ¨ Al que venciere… escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios… y mi nombre nuevo ¨. También Apocalipsis 2,17.

El nuevo nombre es secreto y no será revelado hasta el debido tiempo. Así como el nombre de Jesús fue ocultado en los atributos de Isaías 9,6, de igual manera el nuevo nombre está escondido en los atributos contenidos en Apocalipsis 19 «…y su nombre es: El verbo de Dios» (vs.13) «…en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de Reyes y Señor de Señores» (vs.16). Este nombre nuevo alcanzará todas sus obras del Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento. Los fieles de todos los siglos podrán adorarle con este nombre nuevo.

 

Los reinos del mundo serán entregados a Dios


 
Después de que Cristo haya resucitado a los creyentes, entregará el reino a Dios. ¿Cuándo Cristo entregará el reino a Dios?

 

  1. Cuando suprima toda potencia y enemigos bajo su reinado de justicia y amor.

Cuando Cristo regrese en la gloria para gobernar y reinar con majestad, someterá a todos los enemigos de Dios, tanto a los enemigos humanos como los espirituales, y le entregará el reino a Dios.

Cuando uno observa tanta maldad se pregunta cuál será finalmente el destino de la sociedad y el hombre. Parecería que todo está perdido para la humanidad. Pero Jesucristo pondrá a todos sus enemigos debajo de sus pies, todo el pecado y la vergüenza, el engaño y la mentira, la violencia y el abuso, el dolor y el asesinato, el crimen y la injusticia, todos los enemigos se sujetarán a Jesucristo. El reino de amor y justicia será entregado a Dios y el amor y la justicia reinarán para siempre y por toda la eternidad.

 

  1. Cuando suprima la muerte.

La muerte tiene un fin; la muerte dejará de existir; se detendrá el reino de la muerte.

2ª Pedro 1,4 «por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;»

 

  1. Cuando Cristo someta todas las cosas a él y a su reino.

Todas las cosas estarán sujetas: todos los hombres, todos los ángeles, todos los seres, toda la naturaleza, toda la tierra, todos los cielos, todo el universo visible e invisible.

¿Por qué era necesario que Él fuera el primero en resucitar?


Por que él tenía que completar la obra de salvación. Nosotros vamos a resucitar porque hemos sido regenerados. Cristo fue confirmado Hijo de Dios por sus obras. Cristo al igual que Adán estaba bajo el pacto de obras. Nosotros no nos salvamos por obras sino por fe. Juan 3,16 dice «para que todo aquel que en él cree no se pierda sino que tenga vida eterna». Vivimos por que hemos recibidos la vida de Cristo. En la resurrección se nos dará un nuevo cuerpo a partir de este que tenemos. Este cuerpo obrará como una semilla para que a partir de él recibamos uno nuevo en la resurrección.

Cristo revertió el pecado y la muerte de Adán


 

Adán y Cristo, ambos representan la cabeza de la raza humana. Adán como nuestro primer representante nos trajo muerte. Luego Cristo vino a recapitular a Adán a fin de conseguir lo que Adán no consiguió para sus proles. El hombre Jesucristo pasó la prueba que el hombre Adán no pasó y con ese triunfo le trajo la resurrección de la vida al mundo.

«En Adán todos mueren». Toda persona nacida del mundo hereda la naturaleza de su padre y de su madre, que es una naturaleza corruptible.

«En Cristo todos serán vivificados». Esto nos relaciona con Cristo. Estamos vitalmente relacionados y unidos con Cristo. De la misma manera que participamos de la naturaleza de Adán, de nuestra madre y de nuestro padre, así podemos participar de la naturaleza de Cristo. La naturaleza de Cristo es una naturaleza divina e impecable.

2ª Corintios 5, 21 «Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo (ofrenda de) pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.»

Una mejor traducción de este versículo es lo hizo ofrenda de pecado, o como la Biblia del Peregrino, lo trató como un pecador. Pues Cristo nunca tuvo pecado, su naturaleza fue limpia de pecado. El asunto aquí es que él no conoció pecado.

2ª Pedro 1,4 «por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;»

Esto quiere decir que todos los que estén «en Cristo» son participantes de la naturaleza divina y en tal sentido serán vivificados. Todas las personas no están en Cristo; es decir, todas no creen ni confiesan la vida de cada una de ellas «en Cristo».

CONSECUENCIAS DE LA RESURRECION EN LA VIDA DE UN CRISTIANO


Las consecuencias de la resurrección de Cristo son gloriosas para nosotros, porque ella es garantía de nuestra resurrección. El hecho de que Cristo resucitó nos garantiza recibir la herencia bendita de la vida divina por medio de él. No se trata de la prueba de que existe un poder que puede resucitar a los muertos, no es eso, se trata de que el Cristo resucitado ahora nos engendra al modo divino y eso es la garantía de que pasamos de ser hijo de Adán a ser hijo de Dios. La resurrección es alcanzable por la derrota del pecado, porque la muerte es la paga del pecado. Nosotros tenemos la posibilidad de vivir para siempre.

La resurrección no es una manifestación milagrosa para mostrar que la obra de Cristo había sido aceptada. La resurrección es necesaria para otorgar vida a los creyentes. El Cristo resucitado engendra al modo divino a los creyentes y así garantiza la nueva vida y la resurrección de los muertos.

La resurrección de Jesús es la primera. «La primicia» quiere decir el primero en orden del tiempo. El primer fruto, de modo que eso asegura que se recogerán más frutos.

historia de la resurreccion


Jesús murió un viernes en la tarde.  Unos amigos rápidamente colocaron su cuerpo en una tumba en una ladera rocosa y bloquearon la entrada con una enorme piedra.  Unos guardias fueron enviados a proteger la tumba.

El domingo, cuando dos mujeres, una llamada María Magdalena y la otra María fueron a visitar la tumba presenciaron un terremoto.
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Ellas vieron a un ángel acercarse y, este movió la enorme piedra que protegía la entrada a la tumba. Los guardias estaban tan asustados que temblaron y se desmayaron!

El ángel dijo a las mujeres que no tuviesen miedo,  que Jesús no estaba, que El había resucitado.  ¡Esto significaba que Jesús estaba vivo!  El ángel les indicó que fueran rápidamente a notificarle a los amigos de Jesús que El estaba vivo.

De manera repentina, Jesús se acercó y dijo:  "No teman. Díganle a mis hermanos que vayan a Galilea, allí ellos me verán."

¡Y así como Jesús había prometido, Él resucito de entre los muertos al tercer día después de su muerte!   

Los cristianos celebran domingo de Pascua o domingo de Resurrección para recordar este acontecimiento tan importante.